Estas hablando con alguien, una conversación que no tiene mayor trascendencia. De pronto te preguntan si te acuerdas cual es la fecha de cumpleaños de Carlos y tú con mucha seguridad respondes… “6 de mayo”. Entonces la persona con la que estás hablando te dice, “no… el cumpleaños de Carlos es el 7 de mayo” y tú sientes que un gran dilema y una gran confusión empieza en tu cabeza. Tratas de acordarte cual fue el último cumpleaños de Carlos en el que estuviste, donde lo celebraron, quien más estuvo, y con más seguridad vuelves y dices… “Estoy segurísimo que el cumpleaños de Carlos es el 6 de mayo”. La conversación sigue en forma de una discusión amigable y decides que lo mejor es preguntarle a Carlos cuando es su cumpleaños. La gran sorpresa que te llevas de esto, es que Carlos responde… “oiga… muy mal no acordarse, mi cumpleaños como el de todos los años es el 7 de mayo”. En ese momento, aunque sientes un poco de pena con Carlos algo en ti te sigue diciendo que no, que Carlos debe estar en un complot con tu amigo y que el realmente cumple en la fecha que crees!! Haces un par de comentarios chistosos, te justificas y al final, te das por vencido y te das cuenta que Carlos cumple el 7 y no el 6 de Mayo como tu creías.
Pues bien, el problema no acaba aquí. Tu mente queda con esa duda… a tal punto que el año siguiente, cuando llega la época del cumpleaños de Carlos, te preguntas… ¿Cuándo es que cumple Carlos, el 6 o el 7 de Mayo? Te acuerdas de la conversación que tuviste el año pasado con tu amigo y de Carlos dándote la respuesta. Sin embargo, un año después, estas confundido y la idea no ha cambiado del todo. Algo en ti te dice que Carlos puede cumplir el 6 de Mayo.
Este es solo un ejemplo de cómo una idea que entra en el mente, en el subconsciente va a permanecer ahí hasta que otra idea la reemplace. Sin embargo, cambiar una idea no es tan fácil. La mente humana siempre prefiere estar en un espacio de comodidad y no entrar en conflicto, por eso su naturaleza es arraigarse a la información que ya tiene y evitar cambiarla. Por esto, a medida que vas creciendo te vas volviendo más terco. Porque la idea que tienes en el subconsciente se vuelve cada vez más fuerte, más grande y más resistente al cambio. Y de aquí salen dichos como “loro viejo no aprende a hablar” o “no le puedes enseñar un nuevo truco a un perro viejo”.
Aunque este ejemplo del cumpleaños es solo un ejemplo de como una idea puede estar en tu cabeza, hay un sinfín más de escenarios. Los hábitos son uno de ellos. La mente genera un hábito de pensamiento. Es decir, que la idea es tan fuerte que la mente tiene la costumbre de pensar primero en ella y como los pensamientos generan cambios físicos y acciones, lo que terminas produciendo un hábito físico. Por ejemplo, si eres un fumador y en tu cabeza hay una idea que dice que después de almorzar debes fumar para sentirte mejor, o si en tu cabeza esta la idea de creer que fumar te calienta, lo más probable es que cada vez que terminas de almorzar tu cabeza piense en eso y automáticamente quieras prender un cigarrillo y como cada vez va a reforzarse más y más esa idea, entonces, cada vez va a ser más difícil cambiarla, romper esos vínculos y dejar los hábitos.
Hay diferentes formas de cambiar las ideas. La primera es a través de eventos impactantes. Cuando tienes una idea establecida y te sucede algo impactante que te demuestre que hay otra idea diferente a la que creías, lo más probable es que la nueva idea sea aceptada y permanezca en tu mente a partir de ese momento. Es decir, ideas sujetas a eventos que contengan emociones fuertes como amor, odio o miedo.
Otra forma, es a través de la repetición de conductas. Repetir una conducta física puede cambiar una idea y generar un nuevo hábito. Esto suele pasar después de repetir la conducta durante unos 28 días o más. Este es un proceso demorado y muchas veces acostumbrar al cuerpo a nuevos hábitos a través de la repetición genera algunos hábitos negativos como efecto secundario. Por eso has oído frases como… “dejé de fumar y subí 15 kilos”.
Otra forma es la Hipnosis u Auto-hipnosis. Con ella puedes tener acceso al lugar donde la idea está establecida y ahí puedes entender el verdadero significado de esa idea para cambiarla, transformarla o simplemente reemplazarla por una idea nueva que permanecerá ahí desde ese momento.