Todo está listo. Estuviste estudiando toda la noche para presentar el examen final. Tienes toda la información fresca y a la mano, has repetido una y otra vez todos los temas y sabes perfectamente que tienes la plena capacidad de pasar el examen.
Y de pronto, una idea extraña se mete en tu cabeza. La imagen de la posibilidad de no pasar el examen empieza a pasar una y otra vez por tu mente. Y es una imagen especial porque cada vez que pasa se va volviendo más impactante y va creando nuevas imágenes más y más aterradoras, te imaginas sufriendo en el escritorio mientras intentas responder el examen. Te imaginas la cara de tus papás y tus amigos al enterarse que no lo pasaste y hasta llegas a pensar en lo aburrido que sería repetir la materia y simplemente sientes esa angustia, tristeza, miedo y rabia al mismo tiempo. ¿Has sido el director de una película como esta? No te sorprendas si la respuesta es sí.
La mente tiene la capacidad de volar, divagar y crear la idea que quiera. Desafortunadamente también tiene cierta fijación por ponerle más atención a las cosas negativas ya que tenerlas presente es parte de querernos proteger de cualquier situación de riesgo real o imaginario.
Este ejemplo del examen es solo uno de los casos más claros. Pero esto pasa todo el tiempo, como cuando crees que puedes conseguir dinero más rápido y fácil de lo normal y terminas siendo estafado, o cuando sabes que tu pareja está en un sitio específico y empiezas a imaginar que te dijo mentiras y que debe estar haciendo otra cosa y los celos te invaden. Hay muchas más situaciones en las que el conocimiento y la imaginación se enfrentan y por lo general termina ganando la imaginación. Que esto pase no significa que la imaginación sea mala ni mucho menos. Es bueno que sepas que la mente puede crear cualquier cosa y volverla su propia realidad, es decir, tu propia realidad. Lo importante es que tengas la capacidad de controlar tu mente y lograr imaginar cosas que realmente te generen satisfacción en vez de dolor.
Muchas veces estas enceguecido por supersticiones, prejuicios y creencias sin razón. Cuando estas creencias o ideas las acompañas de una emoción tan fuerte como el odio, la ira, el miedo o el amor, es poco probable que puedas cambiar estas ideas usando solo la razón.
Aquí es donde la hipnosis y la auto-hipnosis te pueden ayudar ya que te permiten comunicarte con tu subconsciente, con esa parte de tu mente donde está tu imaginación y tus ideas. A través de la hipnosis puedes formar nuevas imágenes en tu subconsciente que te permiten transformar, cambiar o sacar ideas viejas y reemplazarlas con ideas nuevas que a su vez generan nuevas imágenes que te hacen sentir mejores emociones y al hacerlo conviertes tus pensamientos en pensamientos positivos.